La esponjosidad del relleno de un edredón nórdico tiene un efecto significativo sobre la calidez, principalmente en los siguientes aspectos:
Definición de esponjosidad:
La esponjosidad (o expansión) se refiere al volumen al que regresa después de cierta presión, generalmente medida en pulgadas cúbicas por onza (cu in/oz). Cuanto mayor sea la esponjosidad, más esponjoso será el plumón y más aire podrá envolver.
Cómo funciona:
El calor del plumón depende principalmente de su capacidad para capturar y retener aire. El plumón esponjoso proporciona más capas de aire, que tienen un buen aislamiento y pueden bloquear eficazmente la entrada de aire frío, manteniendo así la temperatura corporal.
Grosor y peso:
Los edredones de plumas con mucha esponjosidad suelen ser más finos, pero tienen una mejor retención del calor porque pueden proporcionar una buena retención del calor manteniendo un peso menor. Los edredones de plumas con poca esponjosidad pueden requerir más relleno para lograr la misma retención de calor, lo que aumenta el peso.
Comodidad: Los edredones de gran volumen suelen ser más suaves y cómodos, y se ajustan mejor al cuerpo, lo que reduce la pérdida de calor. Este ajuste también mejora la calidez.
Vida útil: Los edredones altos suelen durar más porque su estructura es más resistente a la compresión y mantiene una buena retención de calor.
En resumen, elegir un edredón de gran volumen suele significar una mayor calidez y comodidad, por lo que debes prestar atención al índice de volumen del relleno al comprar.